José Alberto, en el papel más difícil de su vida
Presa de una terrible enfermedad que lo mantiene postrado en la cama, con la esperanza de que la ciencia médica y la mano de Dios le devuelvan su calidad de vida, el actor y abogado mexicalense José Alberto Higuera Parra espera el apoyo de la comunidad cachanilla, a la que ha representado dignamente a través de sus múltiples interpretaciones tanto en teatro como en la pantalla grande.
Humberto Melgoza Vega
MEXICALI.- En diciembre pasado, la llegada repentina de un derrame cerebral apagó la chispa y el carisma de José Alberto hasta convertirlo en un ser inanimado, apenas consciente de lo que sucede a su alrededor, que necesita de cuidados permanentes, los cuales le son brindados amorosamente por sus padres, pero necesitan ayuda.
La difícil situación económica, similar a la que padecen millones de mexicanos, además de su avanzada edad, dificultan que don Jesús y su esposa atiendan a su hijo como se lo merece.
Como si hubiera regresado a la niñez, también regresó a la casa paterna donde mil veces correteó descalzo, en medio de los calorones de Mexicali pateó la pelota y compartió aventuras con su hermano el popular Chuy Higuera, del programa radiofónico Invadiendo Tus Recuerdos.
Además de abogado por la Universidad Autónoma de Baja California, desde sus épocas de estudiante le nació el gusto por la actuación y no dudó para enrolarse en el Taller de Teatro de la UABC, entonces dirigido por el actual vice-rector de la máxima casa de estudios, el dramaturgo Angel Norzagaray.
El “Toto”, como lo llamaban sus compañeros talleristas, pronto se convirtió en actor indispensable en las obras de Norzagaray, gracias a su cara de carne, sus condiciones de gente del pueblo, moreno, con bigote, bonachón y regordete, además de su talento innato; quizás la obra más emblemática en la que participó fue “El Alamo Santo”, que tuvo una exitosa temporada en el Teatro Universitario y que fue montada en el Festival Internacional Cervantino.
Apenas en 2015 montó el monólogo “A los pinches chamacos”, con el que resultó seleccionado en la muestra del primer Festival Estatal de Teatro, auspiciado por el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC).
Aparte de su constante participación en obras de teatro, también bajo la dirección de Manuel Rojas, José Alberto participó en varias películas del llamado Nuevo Cine Mexicano, una de ellas Hasta Morir, de Fernando Sariñana, donde compartió créditos con Demián Bichir y Juan Manuel Bernal.
Su versatilidad le sirvió para un día aparecer como cholo de barrio al lado de Angel Norzagaray, y al otro como agente de la Policía Judicial del Estado –la desaparecida como temida PJE– junto con Heriberto Norzagaray, el polémico “Sopas”, entonces teatrero ahora metido a comunicador.
Ahora que necesita de los amigos, no se ha sabido que sus cercanos y conocidos, burócratas del ámbito de la cultura o de la educación, hayan organizado un teletón para ayudarlo. @