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Con pesca ilegal, no hay prohibición que alcance

Esta semana el Gobierno Federal firmó un nuevo compromiso con ONGs nacionales e internacionales para proteger los ecosistemas marinos en el Golfo de California, en especial a la vaquita marina y uno de los puntos más importantes en el acuerdo es el de establecer una prohibición permanente al uso de redes de enmalle, una determinación que puede seguir afectando considerablemente a los pescadores de la región.

Bibiana García Garza

Mientras la vaquita marina sigue un tristemente inevitable sendero hacia la desaparición del planeta de manera definitiva, organizaciones ambientalistas nacionales e internacionales siguen presionando al Gobierno de México a asegurar acciones que garanticen la protección a los ecosistemas marinos del Golfo de California.

Estas acciones, que se empezaron a emprender también por la amenaza de autoridades norteamericanas de bloquear las exportaciones camaroneras, giran principalmente en torno a prohibir el uso de redes de enmalle para la pesca.

Esta veda de pesca cumplió ya dos años el pasado mes de abril pero dicha suspensión temporal fue extendida para las embarcaciones menores en el norte del Golfo de California, una afectación que se ha resentido en gran medida en el Golfo de Santa Clara, Sonora, y en San Felipe, Baja California.

A pesar de que el Gobierno Federal se comprometió a seguir pagando compensaciones a los pescadores y permisionarios, como lo empezó a hacer desde que se implementó la veda en 2015, los pescadores y la cadena productiva de los poblados pesqueros involucrados se vino para abajo junto con su economía, cuya piedra angular desde siempre ha recaído en la pesca.

Ahora, los pescadores temen que si la suspensión de uso de redes de enmalle continua y se obligue al uso de otro tipo de redes consideras como “amigables” ecológicamente hablando, no sólo no se obtengan los resultados esperados o que sean comparables a los de años anteriores, sino que inclusive sea más lo que se invierta que lo que se obtenga como ganancia.

En tanto, desde abril también empezó la presión internacional de Greenpeace al advertir que si se vuelve a pescar en la zona con redes de enmalle, crecerá también la amenaza contra la vaquita, una especie endémica de México en grave peligro de extinción.

Leo DiCaprio entra en escena

De unos meses a la fecha también se levantó otra voz ambientalista a exigir al Gobierno de México, el reconocido actor y ganador del Oscar, Leonardo DiCaprio, quien se unió a la campaña del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Esto porque sigue llamando la atención la “dramática” extinción de la vaquita marina que, a pesar de que las acciones más visibles para protegerla se emprendieron hace dos años, ha disminuido su población a menos de la mitad.

En un informe publicado el pasado mes de febrero, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (Cirva) alertó que de las 60 vaquitas que quedaron el año pasado ahora sólo quedan 30, lo que también confirma que en sólo cinco años la población de la especie ha disminuido en un 90 por ciento.

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Es en ese contexto que el artista norteamericano lanzó su primer llamado de atención al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, a través de un tuit y publicaciones en su cuenta de Instagram con el mensaje de unir esfuerzos para “exigir acciones hoy” al Jefe del Ejecutivo.

“Sin una acción inminente, se enfrentan a su extinción permanente”, añadió en la publicación del pasado 11 de mayo.

Casi un mes después, DiCaprio junto con el empresario mexicano, Carlos Slim, visitaron a Peña Nieta en Los Pinos para firmar un memorándum de entendimiento con la finalidad de fortalecer el compromiso de protección a los ecosistemas marinos del Golfo de California, hogar de la vaquita marina.

Fue en este escenario que se acordó la prohibición permanente del uso de redes de enmalle en toda el área delimitada como hábitat de la vaquita así como mejorar los esfuerzos para combatir el uso de redes ilegales y endurecer la persecución contra la pesca ilegal y la caza furtiva de totoaba.

El Presidente Peña y sus visitantes se comprometieron también a prohibir la pesca nocturna en ely restringir puntos de entrada y salida para la pesca en toda la región a través de inspectores certificados.

Por su parte, Carlos Slim mencionó que estas acciones pudieran representar “la última oportunidad de rescatar y preservar a la vaquita marina, que a pesar de los esfuerzos e inversiones para salvarla, su densidad ha declinado dramáticamente, víctimas de las redes de pesca ilegal”.

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Como se recordará, la principal amenaza del pequeño cetáceo es la pesca ilegal y el comercio de totoaba en el mercado negro, una especie que también está en peligro de extinción y cuya pesca está prohibida desde 1975.

La vejiga de totoaba se ha convertido en una mercancía altamente rentable para redes del crimen organizado a nivel internacional pues se cotiza, de menos, a unos 8 mil 500 dólares el kilo, precios que se pagan en China, donde la consumen.

“Restringir no elimina el problema”: Pescadores

Mientras esto ocurre, el sector pesquero en el Alto Golfo de California trata de salir adelante con las artes de pesca con las que se les permite pescar y en las áreas en donde pueden hacerlo, esperanzados de volver a pescar camarón y revivir la economía, principalmente del Golfo de Santa Clara.

Al respecto de los nuevos acuerdos firmados con el Gobierno Federal, el Presidente de la Federación de Pesca de la Reserva de la Biósfera, Carlos Tirado Pineda, consideró que se trata de una posición que el sector pesquero respeta, pero que también espera que se les brinden alternativas para continuar con la actividad que sostiene a sus comunidades económicamente.

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Recordó que aún no se han establecido artes de pesca con las que se garantice que podrían trabajar después de la veda, cuando probablemente deban recurrir a las artes que propone el Proyecto de Redes Sustentables, sobre todo las suriperas que, si bien no son tan efectivas como las tradicionales, son las mejores de las otras que les propusieron, como la de arrastre.

Tirado Pineda, mencionó que el programa de compensaciones se aplazó un mes más por lo que es probable que continúe hasta agosto, según se dio a conocer en una reunión que tuvo lugar ayer en la Ciudad de México entre autoridades de Semarnat y Sagarpa con representantes del sector pesquero del Golfo de Santa Clara.

Cuando pase esa fecha, será necesario estudiar las redes suriperas como alternativa y comprobar que funcionen de una manera adecuada y prolongada para las embarcaciones autorizadas, sobre todo con el fin de ofrecer mejores condiciones a los habitantes de la comunidad.

Sin embargo, persiste la incertidumbre pues las mencionadas redes todavía deben ser probadas para sustituir a las anteriores, tentativamente en septiembre, para valorar los resultados económicos que se puedan obtener, indicó.

Además, admitió el presidente de la Federación de Pesca, existe preocupación por el pronunciamiento relacionado a las redes agalleras para la captura de las especies marinas a las que se les conoce como “de escama”.

En ese caso particularmente, advirtió, no existen otras alternativas u opciones de pesca, como sí las hay en el caso del camarón.

“Creo que se están adelantando a algo que aún no podemos decir con claridad que nos garantice la pesca porque para el camarón sí hay alternativa, pero para la escama en general no se ha presentado una red alternativa por parte de Inapesca”, anotó.

Y es que, lamentó, la compensación en muchos casos no es realmente la mejor salida porque al final se termina de igual manera la actividad en las comunidades por lo que se quiere encontrar una opción viable para pescar con redes que prueben su efectividad.

No obstante, aseveró Carlos Tirado, el verdadero problema con la extinción de la vaquita marina no es el sector pesquero legal y organizado y al que cada vez se le restringe más el verdadero culpable, sino el ilegal.

“Así sean mil fundaciones las que estén apoyando a salivar a la vaquita, o el sector pesquero que siga restringiéndose más con la pesca, si no se ve detenida la pesca ilegal va a salir sobrando cualquier programa y cualquier buen entendimiento de las personas; es la pesca ilegal la que debe eliminarse porque es la que está llevando a la especie en extinción”, reclamó.

Sobre todo por el hecho de que de dos años a la fecha que se inició el programa de veda y compensaciones había, paradójicamente, más vaquitas que las que existen hoy en día.

“De esto no se le puede echar la culpa a los pescadores, sólo a los ilegales, pero también debe de haber una autoridad que es la que debe, creo, vigilar e imponer mayores restricciones porque si no hay eso, entonces sale sobrando cualquier medida que se tome respecto a salvar a la vaquita; el restringir no elimina el programa ni se controla la situación”, asentó.

Para ello es necesario que organizaciones e instituciones mexicanas se comprometan con sus funciones para ofrecer resultados positivos en esta lucha con un combate efectivo de la pesca ilegal que le hace daño, concluyó, a todos los compromisos que lleva a cabo el sector pesquero con el gobierno.

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