Agonizan bomberos por falta de recursos
Una problemática que se ha venido agravando desde hace varios años es la que viven los bomberos voluntarios del municipio quienes a partir de este año han dejado de recibir los recursos del estado en definitiva, lo que repercute directamente en el servicio que pueden brindar a la comunidad pues a diario deben improvisar para salir a flote y cubrir sus múltiples gastos y apremiantes necesidades
Bibiana García Garza
SAN LUIS RIO COLORADO.-Reparación constante de unidades, combustible y equipo como botas, tanques, mangueras, trajes especiales y demás herramientas son sólo algunos de los puntos en los que se evidencian a diario las carencias y la vulnerabilidad de los bomberos voluntarios de la localidad.
Esto en contraste con el nulo apoyo que actualmente reciben por aportaciones estatales y el desmesurado incremento en los servicios que deben brindar semanalmente a la comunidad tanto en incendios como en todo tipo de accidentes a donde acuden a prestar sus servicios, prácticamente de manera altruista en San Luis Río Colorado, el valle y el Golfo de Santa Clara.
Y es que desde mediados de la pasada administración estatal, los recursos estatales que bajaban tras el periodo de reemplacamiento –de enero a abril– fueron disminuyendo al convertir la aportación a bomberos de `obligatoria´ a `voluntaria´.
Anteriormente, durante la administración de Eduardo Bours que se implementó dicha aportación, recuerda el Comandante de la Estación de Bomberos Voluntarios (rojos), Mario González Pérez, se recibían hasta 700 mil pesos en recursos por esos cuatro meses y ahora, en cambio, no reciben ni un quinto.
En aquel tiempo, comenta, fue muy notorio el beneficio que recibían no sólo los bomberos de San Luis Río Colorado, sino de todos los municipios del estado e inclusive de los pequeños poblados, mismos que ahora están agonizando porque se les cortó el suministro.
También a nivel local se vieron mermados sus ingresos pues al inicio del presente año, el `gasolinazo´ provocó que el Gobierno Municipal disminuyera la aportación semanal para bomberos de 5 a 3 mil pesos.
Lo más preocupante, es que las unidades con las que cuentan tanto Bomberos Voluntarios como Bomberos Rurales y Bomberos Municipales -entre pipas, extinguidoras, carros de rescate y ambulancias- no se dan abasto con los gastos de mantenimiento, reparación, compra de refacciones y combustible.
“Se nos desgastan mucho las mangueras, casi en cada incendio, con la temperatura, o si se cortan, o a veces también por la presión truenan, igual que los repartidores, que se descomponen por la mala calidad del agua porque son de plástico, se desgastan por dentro, hay una infinidad de cosas que se dañan que ni se imagina la gente”, externó.
Sólo en las tres estaciones que pertenecen a los Bomberos Voluntarios se deben mantener trece unidades que generan constantes gastos en neumáticos, cambios de aceite y equipo, por lo que no queda más, dice el Comandante, que “rascarle por todos lados” para sacar dinero.
Además, el costo de las refacciones, de los neumáticos y los servicios que se les tiene que hacer a estas unidades no tienen el mismo costo que el de los automóviles regulares, sino que son mucho más elevados, como el precio del diésel, que los vehículos literalmente “tragan” por cada kilómetro recorrido.
Esto por tratarse, explicó Mario González, de unidades de modelos de la década de los setenta, de los ochenta y de principios de los noventa.
Las unidades más nuevas con las que cuentan son de modelo 1993, y las más antiguas de modelo 1970, aproximadamente, indicó.
“Si quisiéramos comprar una bombera es casi imposible, ahorita nos ofrecen una modelo 1997 pero quieren 17 mil dólares por ella y pues ¿cómo le hacemos? A como está el dólar y sin recurso no hay forma”, lamentó.
Tampoco se cuenta con equipo como cascos, botas y herramientas necesarias para que los voluntarios puedan realizar su trabajo sin exponer aún más sus vidas al atender las eventualidades que se presentan a diario.
Cabe mencionar que estos trajes, botas, cascos y herramientas son parte del equipo más caro que existe a nivel internacional para la seguridad, principalmente por el tipo de materiales que se utilizan en su elaboración.
Desde que inició la temporada de verano, sólo los Bomberos Voluntarios atienden de 15 a 20 servicios por día, esto es, alrededor de 60 al mes, o a veces un poco más, señaló el Comandante, sin embargo, la situación no es exclusiva de los`Rojos´, sino también de los Bomberos Rurales (verdes) y los Bomberos Municipales.
Además, los bomberos no solamente se dedican a brindar sus servicios para sofocar incendios, sino que también realizan labores en accidentes automovilísticos y/o para auxiliar a la Cruz Roja que, dicho sea de paso, tampoco se da abasto con los servicios, menos aún los fines de semana.
No hay respuesta del Estado
Mientras tanto, sostiene Mario González, el Gobierno del Estado no ha dado respuesta a esta demanda de falta de recursos que se ha agravado desde el inicio del presente año, misma que fue interpuesta a través del Patronato Estatal de Bomberos y su asociación en Sonora.
“Lo que pasa es que se están tardando mucho en darnos los recursos, y ya no sabemos si es que la gente ya no coopera, o si de plano están jineteando el dinero”, señaló.
De igual manera se ha solicitado a la Agencia Fiscal que proporcione por lo menos una estadística de cuántos contribuyentes que pagan el re-emplacamiento en los tres primeros meses del año pero al parecer, dijo, o desconocen la cifra o no la han querido proporcionar.
Y es que uno de los grandes problemas a los que se enfrentan, indicó, es que como el pago de 30 pesos por aportación ya no es obligatorio sino voluntario, muchas personas optan por no cooperar.
Inclusive, las cajeras en la Agencia Fiscal presentan esa opción a los usuarios a la hora de pagar las placas aunque algunas otras personas, explica, se niegan a donar porque se han enterado que los bomberos “rara vez” reciben el recurso.
“La gente empezó a decir que no darían la aportación para descontar dinero al cobro de las placas, pero dudan que el Estado nos lo mande, la gente se da cuenta que no llegan los recursos y hasta nos han dicho que nos darían el dinero si pusiéramos un bote para que no interceda el gobierno, porque luego dudan de que ´jineteen´ el dinero nada más”, asentó.
Por otra parte, afirmó, el Estado rechazó la solicitud que se remitió al Congreso del Estado por parte del Patronato Estatal el año pasado para que el cobro por la aportación a bomberos fuera obligatorio y sólo dejaron el de Cruz Roja.
Lo más adecuado sería que el gobierno no tocara ese dinero para evitar el ´jineteo´ porque ese recurso no les pertenece, consideró el Comandante de Bomberos Voluntarios.
“El gobierno maneja el dinero jinetéandolo y después ahí andan queriendo resolver las cosas pero ese recurso ya no es de ellos sino del pueblo, que se lo dio a los bomberos”, aseveró.
A pesar de estas demandas que se reflejan tanto en medios de comunicación como a través de las redes sociales, aunado a las carencias de las mencionadas corporaciones, reiteró, simplemente no hay respuesta ni solución.
El trabajo que nadie quiere hacer
En lo que se soluciona esta problemática que pareciera no tener fin y hace a los bomberos andar, literalmente, ´a salto de mata´, el servicio a la comunidad no se detiene, un trabajo peligroso que ´alguien tiene que hacer´, pero al que pocos le entran, sobre todo cuando sólo ocho de 50 voluntarios reciben un sueldo de alrededor de mil 700 pesos a la catorcena.
Es por eso que actualmente en las estaciones sólo hay adolescentes, reconoce, porque los jóvenes más grandes se retiran cuando se dan cuenta de que no hay pago, “… ahorita el que dice que quiere ser bombero es el niño de 5 años, los más grandes no, nadie quiere trabajar sin pago”.
En muchos otros casos, quienes trabajan en las estaciones son casados y tienen hijos, por lo que el trabajo de bombero ni siquiera se acerca a la condición de estar ´bien remunerado´, sobre todo porque terminan poniendo de su bolsillo para echarle gasolina a las unidades así como para otros gastos de la corporación.
Eso sin mencionar, por supuesto, el arriesgar la vida en los siniestros en condiciones de vulnerabilidad en las que los deja el equipo y los trajes corroídos por el uso y el tiempo que se ven obligados a utilizar, así como utilizando unidades y equipo que resulta insuficiente o simplemente deficiente.
Esta situación sí causa temor, admite el Comandante González Pérez, sin embargo, son los riegos del oficio y los bomberos seguirán así “hasta donde tope” porque si no “¿quién va a hacer el trabajo de bomberos? No cualquier persona le entra a los toros esos”.
Tampoco han pensado, hasta ahora, en asumir una posición más agresiva para exigir los recursos al Estado como realizar algún paro o una protesta de este tipo para hacer presión porque lo último que quieren hacer es dejar a la comunidad sin el servicio que prestan.
“Por mientras vamos a sacar la chamba a como se pueda, y hasta donde tope pues ¿qué vamos a hacer?”, concluyó. @