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La clave de la información

La feria electoral

El Eslabón Perdido

 

Humberto Melgoza Vega

 

Esta elección se ha vuelto un desorden, gracias a los vacíos legales en la materia y a la falta de aplicación de los preceptos que ya están asentados en la ley, la inoperancia del INE, los partidos políticos violando todas las normas, la guerra sucia, el inminente rebase en los topes de campaña y de remate los hombres de la Iniciativa Privada metiendo su cuchara en el proceso electoral.

Este exceso de regulación al último devino en confusión y se volvió una entelequia, sin pies ni cabeza.

Querían hacer las campañas más cortas y por ende menos costosas, y se inventaron unas precampañas tan largas como la Cuaresma, más un raro periodo de inter-campañas para rematar en 90 días de campaña, lo que no representó ningún ahorro para el erario de donde se mantienen los partidos, que este año electoral se gastarán 2 mil 140 millones de pesos.

Nuestras elecciones siguen siendo las más caras del mundo y los políticos se la pasan en campaña permanente, aunque disfrazada.

Con la inclusión del Bronco en la boleta electoral, aunque el INE le había dado para atrás por falsificación de documentos– trascendió que la gran mayoría de firmas las consiguió en el Estado de México con el apoyo de militantes priistas–  el Tribunal Electoral, que serán los encargados de calificar el resultado de la elección, perdió la poca credibilidad que le quedaba.

Ahora, permiten que se utilicen niños con la intención de influir en la campaña electoral y tampoco frenan publicaciones como las del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, aunque está prohibido este tipo de contrataciones hasta para los partidos políticos.

Esta ley electoral facilita que políticos como Manuel Baldenebro anden haciendo campaña a pesar de ir como suplente en la fórmula para diputado federal –mientras que el titular, Abraham Mier, de Caborca,  espera que le hereden el puesto, como Juanito– y a la vez estar en la lista como plurinominales  por la primera circunscripción que abarca Baja California, donde el Balde es dirigente regional del Sindicato del IMSS.

Nuestra incipiente democracia, que ahora hace posible la reelección,  facilita que los servidores públicos se sacrifiquen y se queden en el cargo por otros tres y hasta nueve años más.

Lina Acosta será una de las primeras en hacer este experimento como diputada local, solo que ahora por el Distrito 2 de Puerto Peñasco, luego de que fue desplazada por el grupo en poder del PAN que lanzó de nuevo a Leonardo Guillén por la diputación federal, que era su pretensión original.

Mientras no exista una ley que les prohíba brincar de un cargo a otro sin haber concluido el periodo para el que fueron elegidos, este llamado “servicio político de carrera” seguirá alimentando a una alta burocracia que vivirán por siempre del presupuesto, como Emilio Gamboa Patrón o Carlos Romero Deschamps

De un puesto a otro, de un partido a otro, sin ningún pudor, políticos viejos y nuevos  han abandonado todo fundamento ideológico; en busca del poder a como sea, enfatizan más en las coincidencias que en las diferencias, con la intención de llegar o mantenerse en el poder.

Sylvanita Beltrones era diputada federal y pidió licencia para venir a buscar el Senado, su pareja el Maloro Acosta dejó tirado el municipio de Hermosillo para acompañarla en esta aventura que es prioritaria para el jefe Manlio Fabio Beltrones y la jefa Claudia Pavlovich, por encima de todas las demás posiciones, incluida la presidencial que se ve perdida con Pepe Meade , y la municipal, donde Virgilio Leyva busca lograr la hazaña de sacar a la monarquía, reyes y reinas, del Palacio Municipal.

Everardo López era y ahora es diputado federal con licencia, pidió permiso para venirse a competir por la alcaldía de San Luis, el problema es que su suplente Hernán Méndez Caballero se calentó por una diputación local por Caborca lo que técnicamente nos deja sin representante en el Congreso de la Unión.

Mientras que Everardo se alista para la campaña más cuesta arriba de su precoz carrera política, el alcalde Enrique Reina le hace flaco favor al negarles el agua a los colonos de la Topahue, mantener a su hermano en la dirección de Obras Públicas, solapar el desorden en seguridad pública y por si hiciera falta algo, dedicarle medio tiempo a la alcaldía mientras que el resto lo dedica a hacer campaña a favor de Ricardo Anaya.

Al acecho, Titilo Leyva, en un PRI que aparenta unidad, pero que como siempre está dividido, quien esperaría recibir el apoyo de su ex jefa y amiga la gobernadora, más ocupada en entregarle buenas cuentas a Don Beltrone; no es el gallo de los ingenieros, los dueños del PRI en San Luis, quienes traen como proyecto a Gaby González y obviamente a Enrique Carrasco Jr, quien tiene grandes posibilidades de ganar la diputación local aun a pesar de su partido, que trae una enorme carga negativa, por eso lo remplazaron por los tres doritos.

 

 

 

 

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