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Héctor Leyva Castro, deja un vacío en SLRC

Juan Carlos Campa

Con la partida de don Héctor Leyva Castro, abogado, notario público y político, San Luis Río Colorado y Sonora pierde a un hombre ejemplar que hizo historia por su fructífera vida caracterizada por la rectitud, generosidad y si por algo destacó como una de sus cualidades, fue la lealtad inquebrantable.

Nacido en Magdalena de Kino, Sonora, Leyva Castro tenía 87 años de edad y murió el martes de la semana en curso por causas naturales propias de su edad.

Cursó la primera etapa de la educación en Sonora y la carrera de Derecho la hizo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Recién egresado y a invitación de su hermano Rafael (finado) vino a San Luis Río Colorado a iniciarse como litigante y la adoptó como su tierra de la que jamás se iría. En su época de estudiante, Héctor había estado de visita en esta frontera.

En la década de los cincuenta, cuando San Luis vivía la “fiebre” del algodonero, llamado el oro blanco, el joven abogado se inició como litigante y una de sus primeras funciones fue la de fungir como asesor legal del comité regional campesino número 8 de la Confederación Nacional Campesina (CNC), sector al que estuvo ligado mucho tiempo. Tocó sacar de la cárcel a muchos campesinos, sobre todo en horas de madrugada.

Contrajo matrimonio con la señora Silvia Ramírez ahora viuda de Leyva, procreando tres hijos, Silvia, Gabriela (finada) y Héctor Virgilio, recién candidato a la presidencia municipal por el Partido Revolucionario Institucional, al que Leyva Castro le tuvo especial atención, siendo un militante distinguido que como tal, el comité municipal presidido por el profesor David Topete Hernández recibió su cuerpo el pasado miércoles para rendirle un tributo póstumo, ante la presencia de su familia y miembros del instituto político.

Como estudiante, Don Héctor ganó un concurso de oratoria en Hermosillo, lo que le abriría de alguna manera las puertas para incursionar en el quehacer político.

Fue uno de los tres oradores en el mitin de bienvenida en la mencionada capital del estado del entonces candidato a la presidencia de la República Luis Echeverría Álvarez, hablando a nombre del sector campesino.

En 1972 ocupó la dirigencia de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Sonora de la CNC, y un año después siendo candidato del PRI ganó la elección como diputado local del entonces Distrito local de Altar que tenía cabecera en el municipio del mismo nombre, que incluía los municipios del llamado “tercer mundo”.

En 1974 en un hecho histórico se dio la caída del entonces gobernador de Sonora Carlos Armando Biebrich Torres, compañero de estudios de Leyva Castro, siendo el argumento la muerte de cuatro campesinos en San Ignacio, Río Muerto, municipio de Guaymas, que más bien fue el pretexto del que era presidente de México, Luis Echeverría Álvarez. Biebrich se había adelantado a la sucesión presidencial y se definió por el entonces secretario de Gobernación Mario Moya Palencia, lo que provocaría la ira del mandatario nacional que le retiró el apoyo a su amigo que había sido uno de sus colabores principales de campaña. El “bueno” era el secretario de Hacienda José López Portillo.

Para decretar la desaparición de poderes en Sonora, Echeverría envió al secretario de la Reforma Agraria, Félix Barra García, quien le dijo a Leyva traerle un mensaje del presidente Echeverría que le solicitaba fuera él quien pidiera la salida de Biebrich acusándolo de traidor y asesino, a cambio le otorgaría la candidatura a Senador de la República. “Se trata de que usted hable en el mitin en Ciudad Obregón y demande la renuncia del gobernador”, le expresó el visitante.

La respuesta de Leyva Castro fue inmediata: “No señor, yo no voy a hablar en ese mitin en contra del gobernador”.

Estando en el mismo hotel, Héctor fue a la habitación de su amigo Carlos Armando a informarle de lo que se gestaba en su contra. Atrás venía el ministro mencionado y cuando enteró al gobernador, éste quiso hablar por teléfono con el secretario de Gobernación, a lo que Barra García le dijo: `Yo no recibo órdenes del secretario de Gobernación, las recibo del señor Presidente de la República´. Biebrich no pudo comunicarse con Moya Palencia, mucho menos con Echeverría Álvarez.

Minutos después, el secretario de la Reforma Agraria se dirigió a Leyva Castro para decirle “está bien su postura, en estos tiempos pocos políticos leales como usted”.

La viril postura de Leyva Castro  fue reconocida por propios y extraños. Esa ejemplar lealtad a su amigo en desgracia marcó la personalidad del joven político, lo hizo trascender como uno de los grandes políticos de Sonora.

Don Héctor fue además un apóstol de la democracia.

En 1982 fue candidato del PRI a la presidencia municipal, siendo derrotado por el candidato del PAN.  Era la primera ocasión en que el entonces “invencible” tricolor no ganaba.

Leyva Castro fue víctima de traiciones de priistas y el día de la elección enterado del resultado adverso y ante sugerencias de que violentara el proceso, se negó rotundamente. “Voy a aceptar la voluntad popular, si esa es la decisión del electorado la acato”.

Antes de la jornada electoral, el candidato le dijo al autor de esta nota, “sí, Juan Carlos, sé que estoy pagando facturas que no debo”.

Fue presidente del Club de Leones de San Luis en cuatro ocasiones, encabezando la construcción de varios parques recreativos, incluso colaborador para la construcción del Bosque de la Ciudad.

Hombre a carta cabal, Don Héctor nunca renegó de nada. Supo afrontar con valentía las vicisitudes de la vida como la muerte prematura de su joven hija Gabriela o perder la elección de la presidencia municipal.

Sobre su personalidad, el ingeniero Julio César Rodríguez Pérez (finado) su compadre, le dijo a este reportero: “No cabe duda, mi compadre Héctor es muy hombre”.

Fue un tipo generoso y servicial por excelencia. De ello deja constancia en un gran número de personas a las que ayudó en forma incondicional.

Como profesional del servicio de fedatario fue reconocido también en forma amplia. Su Notaría Pública número 54 ganó pleno prestigio.

Su deceso ha causado profunda consternación en todos los círculos de la vida de San Luis Río Colorado. Descanse en paz un gran hombre, Héctor Leyva Castro.

 

 

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