Periodismo en tiempos de pandemia

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El Eslabón Perdido

Humberto Melgoza Vega

El mundo como lo conocimos algún día será uno antes y otro después de la pandemia del coronavirus, el temible y letal Covid-19.

Originado en una región de China, aparentemente por tragarse animales tan extraños como los murciélagos, el virus se expandió por el mundo y actualmente lleva infectados a casi 2 millones de personas, con más de 130 mil muertos.

En México, hasta el momento de redactar estas líneas, había un registro de 6 mil 297 casos positivos y 486 muertes.

Estos son los datos oficiales, pero se maneja una cifra negra que podría disparar los contagios hasta unos 50 mil en todo el país, de acuerdo a estimaciones del propio subsecretario de Salud Federal, Hugo López Gatell, encargado de enfrentar la pandemia,  y un número indeterminado de fallecimientos, una gran cantidad diagnosticados como “neumonía atípica”.

Nada menos con nuestros vecinos de Estados Unidos hasta ayer tenían registrados 677 mil 056 casos positivos de coronavirus, 34 mil 580 fallecimientos; desgraciadamente casi nadie cuenta a los pacientes recuperados, que en el caso de los gringos suman 57 mil 271 de acuerdo a reportes de medios de comunicación.

Esta tragedia sanitaria ha traído aparejada una crisis económica que apenas comienza y que amenaza con provocar un crack económico como el de la Gran Depresión de 1929 en los Estados Unidos, una situación inédita en la historia moderna de México, pasando por todas las devaluaciones.

Para evitar que el virus se expanda y contagie y mate a más gente, el gobierno aplicó el protocolo que lo primero que indica es el aislamiento social, suspender todas las actividades educativas, sociales y económicas que no sean esenciales.

Entre el 70 y 80 por ciento de las actividades económicas del país están paralizadas, miles se están quedando sin empleo y dentro de lo malo, en medio de la crisis está aflorando el espíritu solidario de los mexicanos.

En pocas palabras, sin gente en las calles se estanca la economía.

En Semanario CONTRASEÑA no somos ajenos a esta difícil situación por la que atraviesa el mundo entero.

A causa del aislamiento social, la actividad económica se desplomó hasta el suelo y ante la inflexibilidad del gobierno muchos empresarios de todos tamaños optaron entre pagar impuestos, mantener la nómina o seguir contratando publicidad.

Luego de 732 semanas de publicar de manera consecutiva el Semanario, de hacerlo llegar a los lectores de manera impresa, como dicta el periodismo clásico, con olor a tinta y papel, hemos tomado la decisión más importante de nuestra vida profesional: hacer una pausa estratégica, en lo que pasa la contingencia, tanto sanitaria como económica; parar rotativas mientras dure la crisis, que confiamos no se prolongue.

En estos más de 14 años habíamos pasado por varias tempestades económicas, como la aparición de los medios nativos digitales y posteriormente la masificación desproporcionada de redes sociales como Facebook, pero nunca nos había pegado tan duro como este maldito virus.

Las crisis, aunque dolorosas, también estimulan el espíritu de sobrevivencia y la creatividad para sacarles la vuelta; ahí vemos a los nuevos emprendedores elaborando cubre-bocas con todo tipo de materiales, a los restauranteros ofreciendo servicio a domicilio…

En CONTRASEÑA, durante esta crisis, transitoria, como afirma el presidente López Obrador, mantendremos en stand by nuestra edición impresa pero seguiremos informando  desde todas nuestras plataformas digitales: tanto en el portal de internet contrasena.com.mx, en nuestra página de Facebook Semanario Contraseña, en Twitter estamos como @la_contrasena, nos seguiremos viendo por ContraseñaTv y me pueden seguir en mi cuenta personal de Face como Humberto Melgoza.

También, reforzaremos nuestro sistema de suscripciones, ahora les haremos llegar el Semanario en formato pdf, a todo color, por la vía del WhatssApp, entre otras innovaciones, porque tendremos que reinventarnos.

A todos nuestros lectores, patrocinadores y seguidores, les agradecemos su preferencia y apoyo solidario, nosotros desde nuestra trinchera seguiremos informando, al estilo de la Contra, tanto en el mundo digital, y cuando pase el temblor, de regreso en el medio impreso.

Mil gracias.

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