Semanario Contraseña

La clave de la información

Carnívoros no tienen nada qué temer: SS

[vc_row parallax=”” parallax_image=”” hide_border_bottom=”” dark_section=”” no_bottom_padding=””][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]

A raíz del informe publicado esta semana por la Organización Mundial de la Salud en relación a que las carnes rojas, y sobre todo procesadas, pueden causar cáncer surgieron todo tipo de reacciones en torno a los riesgos de su consumo que, según aclaran autoridades médicas, no tiene una relación directa con las enfermedades por lo que no debe cundir el pánico entre los amantes de dicho producto animal

Bibiana García Garza

Los habitantes del “estado de la carne asada”, la arrachera, los tacos y los hot dogs estilo Hermosillo, empapados de la influencia fronteriza de las hamburguesas y otros alimentos preparados con tocino, jamón y salchichas, no tienen por qué alarmarse ante el estudio que publicó esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación a la carne procesada y roja.

Así lo manifestó el titular del Hospital General de la Secretaría de Salud del Estado de Sonora en esta ciudad, Joel Arturo Godínez López, quien aclaró que la carne por sí misma no contiene agentes que pueden provocar cáncer u otras enfermedades.

Y es que en el reciente estudio, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), se ha clasificado a la carne procesada como cancerígena para los humanos, y que puede causar cáncer del colon y el recto, así como a la carne roja como “probablemente cancerígena”.

Ante esos datos, la OMS advirtió sobre su consumo y afirma que son cerca de 34 mil las muertes por cáncer cada año que pueden atribuirse a dietas que son altas en carnes procesadas, aunque se trata de una pequeña fracción de las 8.2 millones de muertes que causó dicha enfermedad en el 2012.

También se equipara el consumo de carne procesada con los efectos del tabaquismo, dentro del mismo estudio en el que participaron 22 expertos de diez países y está publicado en la revista científica de oncología “The Lancet Oncology”.

Los hallazgos confirman las recomendaciones actuales para reducir el consumo de carne, afirma el director de la IARC, Christopher Wild, aunque sin dejar de lado que la carne roja tiene un valor nutricional importante.

Sin embargo, se precisa que la carne lleva muchos aditivos peligrosos para el consumo humano, lo que ha desencadenado reacciones a favor y también de aquellos que se resisten a dejar las carnes y los alimentos que le ponen “sabor a la vida”, sobre todo en las redes sociales.

Dichas reacciones han ido más allá hasta el punto que se teme por la importación y exportación de la carne a nivel mundial y a su vez la economía, además de que se considera que los resultados de las investigaciones y recomendaciones de la OMS son exageradas y alarmistas.

En China, la compañía Shuanghui, mayor fabricante de carne de porcino en el mundo, calificó de inhumano el informe de la OMS pues, sostiene, “el procesamiento de la carne es parte de la civilización y no debe destruirse poniéndole la etiqueta de cancerígeno”, por lo que es “profundamente lamentable”.

“Comer carne no provoca cáncer”

En torno al tema, el titular del Hospital General en San Luis recordó que la carne es parte de la alimentación y que por sí misma no tiene ningún factor predisponente para producir cáncer, hasta donde se sabe.

El problema, advierte el galeno, son los procesamientos de la carne y los aditivos que se añaden para su preservación, sabor e imagen, que muchas veces son químicos, aunque en Sonora, comentó, la machaca y otras carnes se conservan en salado y al medio ambiente por lo que no tienen por qué ser causa de cáncer.

“Ni la carne de vaca, ni de ternera, ni de cerdo provoca cáncer en sí, no hay que alarmar a la población, el problema es lo que se utiliza muchas veces para su conservación aunado a otros factores que no tienen que ver con el consumo”, señaló.

Godinez López recordó que lo que sí podría ocasionar problemas relacionados con cáncer son las anilinas, sustancias que despide el carbón en el que se suele cocinar la carne, sobre todo en Sonora.

“Ahí sí tenemos estudios que nos indican que provoca cáncer gástrico y de colon, aunque si se utiliza leña natural se disminuye esa probabilidad porque es el carbón el que despide esas sustancias que se adhieren a la carne que se ingiere, pero también hay que ver las proporciones”, anotó.

No obstante, con una o cuatro veces que se consuma así la carne, comentó Joel Arturo Godínez, no significa que inmediatamente se vaya a contraer el cáncer, sino que todo depende del tipo de exposición que se tenga en el organismo y el nivel de susceptibilidad del mismo.

“Ahí es donde nos vamos al sistema inmunológico, a las defensas del organismo, la alimentación, la higiene, el ejercicio, todo eso forma parte de los factores predisponentes que hacen que el cuerpo humano sea más o menos susceptible”, explicó.

Eso es lo que realmente provoca, añadió, que cualquier tipo de agente tóxico pueda trabajar con más fuerza y nos debilite, y/o provoque malformación de las células que a final de cuentas es un cáncer.

Asimismo, mencionó que los embutidos pueden contener colorantes que resultan dañinos para el organismo pero, reiteró, “no hay que ser alarmistas” pues se trata de un tema multifactorial.

Es el estilo de vida de cada individuo o su historial genético lo que va a proporcionar los factores predisponentes, o bien, que nos ayuden a mejorar nuestra salud, asentó.

“Están las herencias de abuelos o padres con cáncer gástrico o de colon, y eso ya sienta un antecedente que nos dice que hay que tener cuidado porque pues si le ponemos más a los riesgos, estamos más expuestos a ese tipo de problemas”, afirmó.

La prevención ante todo

A pesar de que no se debe generar pánico entre la población sobre el consumo de carne o embutidos, no hay que bajar la guardia pues todos los excesos tienen repercusiones negativas en la salud, advirtió Godínez López.

“Todos los excesos son malos, en cualquier tipo de alimentación, pues así como hay pacientes que comen carne a diario y no tienen problemas con ácido úrico, cáncer, triglicéridos, hipertensión o niveles altos de colesterol, también hay quienes no pueden excretar fácilmente ciertas sustancias y se acumulan en el organismo, lo que sí provoca complicaciones”, apuntó.

Todo es multifactorial, reiteró, el estilo de vida, la herencia, el sedentarismo o inclusive llevar dietas al extremo, aunque ningún factor por sí mismo es causa de enfermedades.

Inclusive, mencionó al vegetarianismo y veganismo como opciones válidas y saludables, aunque aclaró que en algunos casos se ha observado que puede ser igualmente perjudicial llevar una dieta que carezca de proteína animal, que es parte de las necesidades del organismo.

“Hay pacientes vegetarianos que se sienten muy bien y son saludables, pero también hay casos de algunos que presentan debilidades, anemias severas o déficit de proteínas”, admitió, elementos que no siempre se pueden encontrar en suplementos alimenticios.

Por ello, el funcionario recordó que lo más importante es la prevención y tener en cuenta los antecedentes de enfermedades familiares así como, en general, cuidar la alimentación, hacer ejercicio, consumir agua en abundancia y no abusar de excesos o carencias al comer, sino tener una dieta balanceada.

Esto acompañado de revisiones médicas constantes que tienen como único fin los diagnósticos oportunos, que en la gran mayoría de los casos pueden hacer la diferencia en la gravedad de los padecimientos para los pacientes.

Cáncer entre los primeros lugares de mortalidad en SL

Por otra parte, Joel Arturo Godínez confirmó que al igual que a nivel nacional e internacional, el cáncer se mantiene como una de las principales causas de muerte en San Luis Río Colorado y Sonora.

Aunque no reveló ninguna estadística actualizada de casos en el municipio, indicó que es considerable el número de pacientes que reciben actualmente tratamiento para el cáncer de estómago, riñón, mama, próstata, colon, pulmón, cervicouterino, gástrico y de piel.

Los casos no hacen distinciones entre niños, jóvenes, hombres y mujeres adultos, y de todas las clases sociales, por lo que también se trabaja continuamente en materia de prevención con el fin de promover la detección temprana de las enfermedades, anotó.

En la mayoría de los casos que el cáncer alcanza a detectarse a tiempo, refrendó, es posible que su tratamiento sea exitoso, por lo que el llamado a cuidarse y realizarse exámenes médicos de manera constante se mantiene.

De acuerdo con estadísticas de la OMS, citadas en el Boletín del INEGI fechado el 30 de enero del presente año, son alrededor del 30 por ciento de los casos de cáncer los que pueden ser prevenidos, y en el caso de los cánceres asociados al sistema respiratorio, el porcentaje podría llegar hasta el 70 por ciento.

También se ha revelado que el cáncer se asocia a distintos factores como estilos de vida, condiciones de pobreza, marginación y deficiente equipamiento de unidades médicas, así como a la insuficiencia de personal capacitado para la adecuada interpretación de resultados, o bien, para generar diagnósticos y tratamientos oportunos.

En el mismo nivel se encuentra la falta de cobertura de servicios de salud o la insuficiente calidad de los mismos para el seguimiento de los casos, sostiene el INEGI.

Asimismo, revela que el número de defunciones por cáncer se incrementó entre 2004 y 2013 en casi un 20 por ciento al pasar de 64 mil 333 a 78 mil 582, alcanzando un máximo histórico en el número de defunciones anuales por tumores en México.

En esos diez años, agrega el estudio, han muerto 718 mil 424 personas por cáncer, de los cuales 351 mil 923 eran varones, y 366 mil 458 mujeres.

La comida saludable sale más cara

Ante el temor de la población por contraer enfermedades tan graves como el cáncer, hay quienes recurren a buscar una alimentación más saludable, sin embargo, están más al alcance los productos con una pobre aportación nutricional, altos en grasas, azúcares y carbohidratos.

A pesar de la Ley Chatarra y otras iniciativas que promueven la sana alimentación, empresas como Bimbo, Sabritas, Coca-Cola y otras, reciben incentivos fiscales y pocas restricciones para su venta a pesar de contener agentes químicos que también pudieran resultar perjudiciales para la salud.

Aunque la comida chatarra ha subido de precio considerablemente en los últimos años, también la fruta, la verdura y otros productos saludables han duplicado su costo, ni se diga los productos clasificados como “orgánicos”, por lo que las frituras, los refrescos de cola, las golosinas y los panecillos siguen siendo la base de la alimentación del mexicano promedio.

Hoy en día, una ensalada con pollo, lechuga, zanahoria y pepino, más aderezos, acompañada de  una botella de agua puede costar de 70 a cien pesos, en contraste con frituras, golosinas, o una sopa de vaso (13 pesos), acompañados de su respectivo refresco de cola.

De la comida chatarra mucho se ha hablado no sólo de su pobre contenido nutricional, sino también se le ha relacionado con causar enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, o bien, cáncer, en el caso de las sopas de vaso cuando se calientan en microondas, además de sus altos contenidos en sodio, lo que consumido en exceso sin duda también puede atraer problemas de salud. @

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Deja un comentario

× Platique con nosotros