Asesino de la menor Janeth, pasará 30 años en la cárcel
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Pasó casi un año y medio pero finalmente se hizo justicia en el homicidio de Janeth Lizbeth, la menor de 14 años que fue vejada y asesinada por un vecino quien se aprovechó de su relación para acercarla a su vivienda. Finalmente el homicida pagará con 30 años de cárcel.
Iván Cruz
MEXICALI.- Finalmente Emanuel López Espinoza de 26 años de edad se declaró culpable del homicidio de Janeth Lizbeth, por lo que termina uno de los capítulos mediáticamente más duros en los últimos años y que conmocionó a la sociedad bajacaliforniana por la brutalidad y la forma en que ocurrieron los hechos.
El imputado se declaró culpable ante el Juez de Garantía, Juan Salvador Morones Pichardo, y la familia de la víctima que se encontraba presente en la sala donde se realizaba el juicio.
Ante la serie de evidencias presentadas por la fiscalía, Emanuel fue sentenciado a 30 años 4 meses y 15 días en el sistema penal además de pagar una multa de 700 mil pesos como reparación del daño.
Emanuel dijo estar drogado cuando cometió el crimen por lo que se declaró culpable de violación y homicidio calificado por ventaja, finalizando uno juicios del Nuevo Sistema de Justicia Penal que más llamaron la atención.
Emanuel nunca presentó una defensa real por lo que fue vinculado a proceso por ser probable responsable de violación equiparada y homicidio de la menor por lo que el juez había reclasificado el delito a violación impropia al tratarse de una menor de 14 años.
Fue en punto de las 15:07 horas del pasado jueves 18 de febrero del 2015 cuando inició la audiencia de Vinculación a Proceso en contra de Emanuel.
Antecedentes
Fue el viernes 13 de febrero del 2015 cuando detuvieron a Emanuel López Espinoza mientras se tomaba un café en un autoservicio ubicado entre las calles Mar de Cortez y Chetumal en el Malecón de San Felipe poco después de las 6 de la tarde.
Desde el martes 10 de febrero había escapado a San Felipe en donde tenía algunos contactos por lo que con 100 pesos que traía decidió rehacer su vida y buscar un trabajo, ahí buscó ser contratado para lavar losas.
Sus características y foto se encontraban por todos lados, sin embargo la pista que llevó a la Procuraduría General de Justicia a su detención fue que compró el boleto para viajar hacia el puerto con una identificación real.
Ante sus captores, López Espinoza contó que había matado a la menor por lo que se había dado a la fuga, aunque su declaración no tenía valor probatorio en el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
De profesión soldador había pasado por diversos trabajos, uno de ellos vendiendo comida rápida en donde se hizo de varios amigos, entre ella la menor Janeth. En aquellos momentos nadie sospechaba nada.
Emanuel era consumidor de droga, principalmente cristal, por lo que no duraba mucho en los trabajos, sin embargo consiguió un trabajo en la fabricación de tarimas con lo que mantenía a su esposa y dos de sus hijas, una de ellas de la misma edad de la víctima.
Janeth era muy amiga de otra menor con la que los padres creyeron que se había entretenido, por ello tardaron tanto en alertar a la policía luego de que no volvía de un mandado a un Oxxo cercano.
La menor fue a poner una recarga de teléfono pero entre su vivienda y el autoservicio se encontraba el agresor, en el trayecto Emanuel le pidió que le pusiera una recarga a su teléfono, bajo engaños logró que Janeth entrara a su domicilio donde abusó de ella y finalmente la mató entre la 1:00 y 3:00 de la tarde, posiblemente cuando la familia se dio cuenta de su ausencia ya había muerto.
Luego de que los padres de la menor alertaran la desaparición a las autoridades, la investigación no tenía ni pies ni cabeza, los padres no tenían ninguna información útil para dar con la niña. “En casi todos los casos, la familia te da el 30 por ciento de la investigación, en está ocasión no nos dio nada”, afirmó el personal de la PGJE.
Pese a que Janeth salió de su casa a las 11:00 de la mañana, la llamada de alerta al 066 se registró hasta las 19:30 horas, la denuncia se presentó hasta las 21:00 horas, 12 horas después de su desaparición, debido a que la madre de Janeth en cuanto recibió la recarga salió de su domicilio y no se percató de su ausencia, fue hasta que mandó a otro de sus hijos para buscarla, al no localizarla salieron a buscarla al centro de la ciudad.
Janeth se encontraba en el domicilio marcado con el número 4233, ningún vecino se percató de ello, tampoco de gritos o forcejeos, Emanuel abusó sexualmente de la menor en la sala, incluso intentó controlarla con unos trapos que le puso en el cuello, uno fue encontrado en el mismo lugar y el otro en el baño.
Todo apunta a que la niña fue golpeada contra el suelo con la cabeza provocándole un traumatismo craneoencefálico que fue tipificado como causa de muerte según el Semefo local.
En ese momento Emanuel no supo qué hacer, se acercó a uno de sus vecinos para pedirle una pala y un rastrillo, mismos que finalmente fueron uno de los factores para vincularlo a proceso, el sujeto tenía suficiente tiempo para esconder el cadáver ya que su esposa trabajaba y regresaría hasta las 7:00 de la tarde, sus dos hijas se encontraban con su suegra así que podía darse el lujo de cuidar los detalles.
En esos momentos posiblemente seguía drogado por lo que pensó que sería una buena idea enterrarla en la parte trasera de la vivienda ya que al tener una pequeña granja de gallinas el ruido que provocaba haría que los vecinos nos sospecharan del movimiento de tierra.
Una vez que terminó de enterrar a la pequeña empezó a rastrillar el área a fin de borrar las huellas, fue sepultada a poca profundidad y lo hizo en el pequeño espacio trasero que tenía la casa debido a una ampliación que dejó poco más de un metro cuadrado de tierra.
Pasaron un par de días sin que nadie sospechara de nada, aunque los agentes de la PGJE al rastrear la llamada lograron percatarse que el número correspondía a un vecino del lugar, de ahí empezaron las sospechas de quién pudiera ser, además las cámaras de seguridad no vislumbraron movimientos extraños por lo que los agentes tenían la sospecha de que la menor no había salido de la zona.
El 11 de febrero de ese mismo año fue cuando la PGJE decidió buscar dentro de la misma colonia, pese a estar en etapa de enteramiento un perro de la unidad K9 logró dar con una pista, olfateó hasta la casa de Emanuel.
Un día antes el joven homicida finalmente se había puesto nervioso por lo que decidió huir, sin recursos ni vehículo fue a pedir un préstamo a BanCoppel, pero le negaron el dinero; posteriormente se dirigió con un amigo el cual le entregó mil 500 pesos, con eso compró un boleto en la central de autobuses ABC donde cometió su segundo error debido a que se tuvo que identificar.
Llegó al puerto y como no tenía dinero se empezó a exponer, en primer lugar, fue a los restaurantes a pedir empleo, así lo comentan testigos en el puerto, luego de vagar miércoles, jueves y toda la tarde del viernes, fue capturado por los agentes del Ministerio Público que le seguían la huella hasta finalmente detenerlo.
Emanuel supera el 1.85 metros de estatura y pesa más de 100 kilos, vestía camiseta negra y pantalón Levi´s, pelo desaliñado y barba de varios días, en poco se parecía a las fotografías que habían sido difundidas por redes sociales.
A las horas, fue presentado en la sala 2 del Centro de Justicia, ya vestido de naranja fue auxiliado por la defensora de oficio Tania Guadalupe Vega Gordillo, quien nada pudo hacer en su defensa.
Pese a las pruebas y hechos con pocos detalles que presentó el fiscal Fidel Corvera Gutiérrez y el vacío legal en cuanto a la hora de detención, la defensora no objetó ni las medidas cautelares por lo que en la audiencia de formulación de imputación fue resuelta en contra de Emanuel “N”.
Fue este martes 22 de marzo del 2016 que Emanuel aceptó su responsabilidad dando por terminado el juicio. @
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