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40 años de traviesos

Lo que inició como un pasatiempo de un grupo de jóvenes, que decidieron conquistar el desierto en sus vehículos de doble tracción, para salir de la rutina citadina, hoy está convertido en un evento de atractivo internacional que este fin de semana cumple 40 años de estarse realizando de manera ininterrumpida.

 

Humberto Melgoza Vega

 

SAN LUIS RIO COLORADO.- Hace 40 años, Fito Tovar, Irineo Campa, Alejandro Reyna y otros amigos iniciaron como hobbie lo que hoy en día es considerada una de las principales tradiciones de San Luis Río Colorado, la travesía por las dunas del desierto de altar, evento al que se han sumado las nuevas generaciones de sanluisinos y visitantes de otras ciudades.

En sus vehículos modificados, Jeeps, pick-ups y Blazers en lo que invierten miles de dólares, estos aventureros han encontrado en las montañas de arena su elemento, una conexión mágica que los identifica como parte de una misma comunidad.

Identificados a sí mismos como “Travesilleros”, esta tribu urbana está compuesta por las familias tradicionales de San Luis Río Colorado, miembros de la clase media y alta, que se dan el pequeño lujo, quizás algo exótico para el resto de los mortales, de tener uno, dos y hasta más vehículos exclusivos para usarse en las zonas arenosas.

El propio Irineo Campa cuenta en sus memorias que el 20 de noviembre de 1976 se adentraron por primera vez de manera organizada al desierto, un grupo de sanluisinos que tenían vehículos 4×4 para la arena.

En la primera expedición participaron Ernesto Castillón, Isidro Parra, Héctor Garza, Tuty Flores, Luis A. Padilla, Ezequiel Valtierra, entre otros, guiados por un par de norteamericanos que según ellos ya habían recorrido el Desierto de Altar.

“…Pero la realidad fue que equivocaron el rumbo e iban hacia Puerto Peñasco en lugar de Santa Clara, fue entonces que el Ing. Héctor Garza tomó la guía por sus conocimientos topográficos e Irineo Campa al volante lograron la primera travesía por el Gran Desierto de Altar”, se lee en las memorias.

Enseguida se sumaron a la aventura el ingeniero Jesús Bustamante, Raúl “Lobitos” González Valenzuela, Jesús “Gordo” Mendoza, Ramón Emazón, los hermanos Campa Tapia y muchos más que llevaron a sus hijos desde pequeños, quienes ahora forman una nueva generación de travesilleros, mucho mejor equipados, con sistemas de GPS, no como los pioneros que se guiaban con brújulas y hasta con la luz de la luna.

 

Este año no será cualquier travesía ya que estarán celebrando los primeros 40 años de este evento motorizado anual, el cual será dedicado al doctor Hugo “El Gitano” Muñoz, recientemente fallecido y asiduo participante en las travesías.

 

De acuerdo a la información proporcionada por el Chino Enríquez, del Grupo Travesillero Organizador (GTO), para esta edición esperan la participación de mil 400 vehículos.

“Cuando yo comencé a ir éramos como 40 carros, puros de San Luis y Algunos de Mexicali y Yuma, ahora vienen de San Diego, Tijuana, Mexicali, Ensenada, Tecate, Hermosillo, Nogales, Tucson, Phoenix, Peñasco, Caborca, lo mínimo que vamos a entrar esta vez son mil 300 carros”, considera.

 

 

 

“De la siguiente generación, de hace 25 años, están Melesio Flores, Feliciano Lopez, Chino Enríquez… y la tercer generación llegó con motores más revolucionarios, carros más sofisticados, como los del Sergio Yescas, Pachu Bustamante, que son como del `95 para acá, en esa está Rubén Esquer, te puedo asegurar que el Dany González casi es de los pioneros, porque él iba desde los 7,8 años con su papá”, recuerda.

 

Bajo el cielo estrellado, de noche desde lo alto de la montaña se pueden observar por varios kilómetros la hilera de luces serpenteando entre las dunas, en una travesía que dura dos días.

 

Los alrededor de 50 clubes conviven como una gran familia, comparten comida, cobijo y bebida y van preparados para no dejar a nadie abandonado, tantos entran, tanto salen, aunque han habido excepciones, cuando ocurre algún accidente de fatales consecuencias o que alguien se pierde en la inmensidad del desierto.

 

 

Para garantizar la seguridad de los travesilleros contarán con el apoyo de una ambulancia, del cuerpo de rescate, Protección Civil y la Cruz Roja, además que el gobierno del estado facilitará un avión que estará anclado en Puerto Peñasco coordinado con la Policía Federal para cualquier emergencia.

 

Anoche se realizó la contingencia en el bosque de la ciudad, luego de un desfile por toda la ciudad, y mañana sábado a primera hora se meterán al desierto a la altura de El Columpio, rumbo al Golfo de Santa Clara, para salir la noche del domingo 20 a la Laguna Prieta, en San Luis Río Colorado, donde otros miles acostumbran ir a recibirlos.

 

Esta es una tradición que nos ha puesto en el mapa nacional e internacional, la gente amante del off road espera con ansia a que sea 19 ó 20 de noviembre para participar en la travesía del Gran Desierto de San Luis, que nos pone en el mapa por todos lados, considera el entrevistado.

 

Con cierta modestia, Ramón Emazón acepta que él no es pionero de la travesía porque comenzó a ir desde 1977, sin embargo es reconocido por todos como uno de los fundadores.

 

“Para mí la travesía es parte de mi vida, me siento satisfecho de ser parte de eta historia, pero más satisfechos se deben sentir Irineo Campa y Fito Tovar que fueron desde el `76, yo ya empecé a ir en el `77. Es un legado para nuestros hijos, nuestros nietos, San Luis siempre se va a distinguir por las travesías”, concluye. @

 

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