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Julio César, Sembrador de amor

Esta semana el PRI sonorense perdió a uno de sus principales cuadros, San Luis uno de sus hijos pródigos y su familia a la luz que iluminaba su existencia.

 

Humberto Melgoza Vega

 

SAN LUIS RIO COLORADO.- Bien dicen que lo que siembras cosechas y como buen ingeniero agrónomo, Julio César Rodríguez Pérez sembró buenas semillas y cosechó amores y amistades entrañables.

Estas muestras de cariño se hicieron patentes durante los servicios funerarios ofrecidos el pasado lunes y martes luego de perder la última batalla contra un cáncer que lo atacó de manera traicionera.

Insuficientes fueron las instalaciones de la nueva funeraria Gaudi para albergar la cantidad de arreglos florales que le fueron enviados, tanto por la gobernadora Claudia Pavlovich, el alcalde Enrique Reina, sus amigos del PRI, de la CNC, los hombres del campo sonorense, familiares y amigos.

Y es que el “Gordo”, como le llamaban de cariño, siempre fue cuadro distinguido del Revolucionario Institucional, partido del que estaba orgulloso, aun en sus peores momentos, y en el que militó toda su vida.

Ingeniero agrónomo.

Fue un convencido de que nuestro país estaba regido por un sistema político de partidos y bajo esa lógica se conducía, grillo de tiempo completo, institucional; soldado del tricolor, pero generoso con los contrarios.

Jugador de beisbol desde sus años mozos, fanático del llamado rey de los deportes y conocedor del box, Julio César se movió siempre en las grandes ligas de la política, desde mucho antes que fuera diputado local de 1994 a 1997, tiempo en el que trabó una cercana amistad con el entonces gobernador Manlio Fabio Beltrones.

Esas miradas…

En 1997 pretendió sin éxito la presidencia municipal de San Luis Río Colorado y aportó sin regateos su experiencia como regidor en el Cabildo hasta el 2000.

Presidente del Comité Directivo Municipal del PRI, el último encargo que tuvo en la administración pública fue como Jefe de Distrito de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Antes de su partida física y de realizarle una misa de cuerpo presente en el Santuario de Guadalupe, Julio César fue llevado a las oficinas del PRI, su segunda casa, donde le rindieron un sentido homenaje, que incluyó un minuto de aplausos, las respectivas guardias de honor y emotivas palabras de agradecimiento tanto de la dirigente Delia Murrieta, como de Isidro Arenas, ex regidor.

Con su bonita familia.

“De Julio podemos decir que ocupó diversos cargos públicos en los ámbitos federal y estatal, que se caracterizó por ser una persona responsable, laboriosa honesta y de altos valores morales y sin lugar a dudas, el saber hacer amigos es una de las características que vivirá en la mente y el corazón de mucha gente, que permanecerá en el legado que nos deja como priistas”, exclamó la maestra Murrieta  con un nudo en la garganta.

Para acompañar al buen Julio César en su triste despedida estuvieron presentes su esposa Mirna Meneses, sus hijos Yéssika, Julio César, Luis Ricardo y Jorge Arturo, así como sus hermanos Carlos Heberto, Luis Conrado, Leopoldo y José Francisco Rodríguez Pérez, sobrinos, nietos y muchos amigos. Descanse en paz. @

 

 

 

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