Semanario Contraseña

La clave de la información

En el Golfo, “con el agua hasta el cuello”

Encima de las limitaciones ya impuestas por el Gobierno Federal, ahora los pescadores del Golfo de Santa Clara se enfrentan a la prohibición de la pesca de curvina, situación que está llevando a la comunidad al borde de la desesperación y que empieza a desatar protestas para exigir al Gobierno Federal que reconsidere y les permita continuar con la única actividad que les da de comer.

Bibiana García Garza

SAN LUIS RIO COLORADO.- Apenas iniciada la temporada de curvina, la semana pasada los pescadores de esta región recibieron la noticia de que quedaría prohibida la pesca en la delimitada Área Natural Protegida en el Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado hasta que los interesados obtengan la autorización federal del permiso ´Manifestación de Impacto Ambiental´ (MIA).

Mediante un comunicado remitido el pasado jueves 23 de febrero, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) advirtió que se vigilará que no se lleve a cabo el aprovechamiento pesquero en la zona mencionada hasta que los pescadores o embarcaciones presenten el permiso MIA.

Ningún pescador o embarcación cuenta con dicho documento, puntualiza la autoridad en el documento.

Con esto quedó frustrada, al menos temporalmente, la pesca de curvina golfina cuyo cardumen acababa de llegar en la primera marea al Alto Golfo para beneficiar tanto a la comunidad del Golfo de Santa Clara como a los pescadores de la etnia Cucapá y a poblado de San Felipe, Baja California.

Cabe mencionar que la pesquería de curvina golfina es una de las más completas y mejor reguladas a nivel nacional pues cuenta con un permiso de pesca específico, cuotas de captura, Norma Oficial Mexicana (NOM), arte de pesca específico y selectivo, así como plan de manejo pesquero y monitoreo administrativo constante.

Sin embargo, su pesca hoy se ve limitada por las nuevas especificaciones federales que, de no cumplirse, podrían imponer sanciones a pescadores y embarcaciones.

Mostrando Manifestación Pescadores Golfo de Santa Clara (7).jpg

La autoridad federal precisó que se estará aplicando una estrategia de tolerancia cero con el despliegue operativo y de vigilancia de más de 260 elementos de Profepa, Semar, Sedena, Gendarmería, Conapesca y Conanp, además de que se sancionará a quien lleve a cabo actividades de pesca no autorizadas por Semarnat.

De la misma manera, menciona que los inspectores, oficiales de pesca y elementos de la fuerza pública tendrán presencia en el área debido al inicio de la migración reproductiva de la totoaba, cuya lucrativa e ilegal extracción y contrabando de buches representa millonarios ingresos al mercado negro y crimen organizado.

Mientras tanto, los pescadores en el área del Golfo de Santa Clara que apenas celebraban la llegada del cardumen desde el martes 21 de febrero, ya a bordo de sus embarcaciones y listos para su captura, tuvieron que dar reversa inmediata y suspender la actividad hasta obtener una respuesta de la Profepa.

Sobre todo porque a pesar de que hasta la fecha han cumplido con todas las regulaciones y acuerdos con las autoridades, incluyendo el envío del permiso MIA, no han obtenido la respuesta esperada, relacionada a su vez con la definición de artes de pesca para cuando concluya la suspensión pesquera en protección a la vaquita marina impuesta en 2015.

Muchos de ellos no se explican la imposición de una nueva limitación que viene dar al traste con la ya de por sí delicada situación con la que han tenido que lidiar desde hace dos años desde el acuerdo vaquita, aún a pesar del subsidio que han estado recibiendo de la Federación por éste.

Ello provocó que esta semana estallara una manifestación en la comunidad ya no para exponer demandas sino para exigir al Gobierno Federal considere la situación en la que se encuentran los pescadores de la región, misma que ya se está turnando insostenible.

Y es que, denuncian, la pesquería de curvina era hasta este año una de las pocas alternativas que les quedaban para obtener ingresos mediante la pesca, su principal actividad económica, celebrada y promovida mediante un festival organizado por el gobierno municipal –Festival de la Curvina-.

Inclusive, el año pasado, el permiso MIA fue aprobado gracias, en parte, a gestiones del Gobierno del Estado con lo que se logró que se autorizara una pesca amigable con el medio ambiente y se pudieran capturar hasta 2 mil toneladas de curvina, una especie endémica del Alto Golfo por ser éste su principal lugar de desove.

Esta especie sólo puede capturarse tres veces al año –de febrero a abril- en una zona denominada de amortiguamiento, que no afecta el área protegida por las autoridades desde 1993, y su cuota de captura es recomendada por el Instituto Nacional de Pesca es de 5 mil 778 toneladas por embarcación.

Hoy en día, en el mercado el kilo de curvina se vende a nivel nacional, sobre todo en temporada de cuaresma, hasta por 22 pesos el kilo una vez que llega al Distrito Federal, lo que constituye una larga cadena productiva que parte desde los habitantes del Golfo de Santa Clara, pescadores de la etnia Cucapá, y residentes de San Luis Río Colorado y su valle.

“El charco que nos da de comer”

En relación a esta problemática, el presidente de la Federación de Pesca de la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo consideró que medidas como esta dejan muy pocas, si no es que ninguna, alternativa a las comunidades para sobrevivir pues el único sustento de las familias siempre ha sido la pesca.

En este sentido, Carlos Alberto Tirado Pineda expuso que ya no es mucho más lo que la gente del Golfo puede tolerar encima de las prohibiciones de pesca que el Gobierno Federal les ha impuesto pues el impacto es muy negativo en las familias y la cadena productiva.

Mostrando Carlos Tirado Pineda, presidente de la federación de pescadores Golfo.jpg

Son actualmente, dijo, 435 embarcaciones del Golfo de Santa Clara las que resultan perjudicadas con el nuevo ordenamiento de Profepa y un total de 700 incluyendo las de la etnia Cucapá y el poblado de San Felipe, Baja California.

Sin embargo, son más de 20 mil personas las afectadas por las familias y personas que integran la cadena productiva, también en San Luis Río Colorado y su valle, señaló, que dependen directa o indirectamente de la pesca en general, y que se ven beneficiadas cada temporada con la pesquería de curvina.

“Yo pienso que una de las pesquerías en la región donde más involucramiento con el sector social se tiene, directa e indirectamente”, anotó.

Ese mismo es el sentido que tuvo la manifestación de cientos de golfeños que se llevó a cabo el miércoles por la tarde en el Mirador del Golfo de Santa Clara, indicó, también en reacción a la falta de respuesta a las demandas ya expuestas por parte de las autoridades federales.

Sobre todo, refrendó, porque las peticiones han sido puestas sobre la mesa en numerosas ocasiones tanto mediante oficios como directamente ante las autoridades correspondientes y con el ánimo de encontrar soluciones o alternativas viables que a su vez tengan la capacidad de frenar lo que desde hace meses se ve venir: un estallido social.

En medio de las protestas los manifestantes externaban ese mismo sentir y advirtieron que están dispuestos a todos con tal de lograr que se les permita desarrollar dignamente la actividad que les da de comer desde hace años.

Tirado Pineda mencionó que el descontento de la gente ha llegado a tal grado que muchos han advertido que de no obtener respuestas por parte de las autoridades para el próximo lunes –día que se espera la segunda marea-, saldrán a pescar esperando que el gobierno no tome represalias contra ellos.

“Quieren subirse a las embarcaciones en la esperanza de que las autoridades no los molesten porque finalmente es nuestra única opción de trabajo pero bueno, se oyen muchos rumores, ojalá no lleguemos a esa situación sino al contrario, que tengamos una respuesta del gobierno para llevar a cabo dicha pesquería de la manera más controlada que se pueda”, externó.

A su vez, mencionó, los representantes del sector pesquero han estado buscando apoyo de las autoridades de manera incisiva pues esta prohibición de pesca en plena temporada de curvina se suma a las afectaciones que ya se han visto reflejadas por la suspensión de redes agalleras en lo que corresponde al acuerdo para la protección de la vaquita marina.

“Ahora la situación se agrava más para nuestras comunidades también por la incertidumbre de qué pasará después de abril con el acuerdo de no pesca, a lo que hoy se suma la pesca de curvina que era la única actividad que cuando menos se puede llevar a cabo en el Alto Golfo”, reiteró.

Mostrando Monitoreo-curvina-2009.jpg

Peor aún, agregó, porque los pescadores ya estaban listos para la temporada de curvina golfina y contaban ya con los permisos de Conapesca y demás disposiciones administrativas y permisos vigentes -incluido el MIA- desde noviembre del año pasado.

En esa fecha también se propuso una ruta crítica a las autoridades con el fin de ir subsanando los costos, tanto el sector pesquero como autoridades, y así cuando se presentara la actividad no tuvieran que enfrentarse a la problemática que hoy están viviendo.

Desgraciadamente, comentó Carlos Tirado, el gobierno responde a las presiones mediáticas de las organizaciones civiles ambientalistas para salvaguardar una especie, como lo es la vaquita, sin embargo, también se debe preocupar por el sector pesquero y las comunidades que se pueden ver afectadas.

En realidad no existe otra actividad distinta a la pesca para el sustento de las comunidades del Alto Golfo, insistió, por lo que es necesario buscar una solución de fondo.

“Es la única actividad que se puede salvar en dicha zona, la producción ya está pero lo que no vemos son las alternativas diferentes a la pesca”, anotó.

Si de pesca ilegal se trata, añadió, entonces son las autoridades a las que les corresponde dar cumplimiento a las normatividades pero sin afectar a los pescadores legales de la región.

Es un problema complejo que seguirá dando de qué hablar en abril cuando se renueve el acuerdo federal, como se especula, apuntó, sin que se permita la pesca de camarón en las áreas protegidas, o bien, que no quede definida un arte de pesca efectiva para dicha actividad.

“En lo del acuerdo queremos respuesta también porque no hay muy buena definición de las autoridades ya que Inapesca aceptó que las artes de pesca que aparecen en la ley, como el chango ecológico, no son las artes de pesca más adecuadas y/o eficientes a utilizar, entonces queremos saber cuál es el arte de pesca que pudiera sustituir a las redes agalleras”, concluyó. @

 

 

 

Deja un comentario

× Platique con nosotros