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Fabuloso regreso de Los Cadillacs

Humberto Melgoza Vega

 

MEXICALI.- Con nuevo disco bajo el brazo, La Salvación de Solo y Juan, y dos nuevos integrantes, Florián y Astor, hijos de Vicentico y del Señor Flavio, respectivamente, Los Fabulosos Cadillacs regresaron a Mexicali luego de una ausencia que se prolongó por más de 8 años.

Y a la vista del concierto la noche del miércoles en el Fex, la espera valió la pena.

Al menos eso les pareció a los miles de cachanillas que corearon las canciones de principio a fin y que movieron el esqueleto al ritmo de Los Fabulosos.

Esa raza rockera siempre fiel, que pagaron boleto, en general y zona VIP, que formaron largas filas para entrar, que compraron camisetas del tour y que se tomaron algunas cervezas para festejar y brindar con los amigos.

Organizado por Tímpano Productions en el marco de su 18 aniversario, el concierto de Los Cadillacs sirvió para congregar a visitantes de toda la región que bajaron a Mexicali, única plaza de todo el noroeste de México donde se presentaron.

Gente de la zona costa, de Tijuana, de Caléxico, Yuma y una nutrida delegación de San Luis Río Colorado presentes para brincar con ese ritmo mundial que invita a no quedarse quieto.

Pasadas las 10:00 de la noche, en medio de un juego de luces saltaron al escenario Los Fabulosos, comandados por Vicentico y Flavio Cianciarulo, para iniciar el concierto con El León Manuel Santillán, una de sus canciones más emblemáticas.

Con Mi novia se cayó en un pozo ciego  dio inicio el slam dance, cerveza hasta para aventar pa´rriba y comenzó a flotar en el ambiente un indiscreto olorcillo a cannabis.

Luego siguió El Aguijón, la preferida del reportero de CONTRASEÑA, una de las piezas mejor logradas de Los Cadillacs, una combinación de reggae que termina a ritmo de punk rock.

“Hola qué tal, muy buena noches”, saludó Vicentico a sus fans en el primer corte, “ha pasado mucho tiempo”, desde aquel mayo de 2009 que se presentaron en la Plaza Calafia.

Vestido con gabardina y sus clásicas botas de Frankenstein, el frontman argentino se paseaba con pasos agigantados por todo el escenario, cantando rolas como Demasiada Presión, El Genio del Dub, Vasos Vacíos, Mal Bicho, Quinto Centenario, Calaveras y Diablitos, la más coreada de la noche Siguiendo la luna y del nuevo disco tocaron varias canciones, entre ellas La tormenta, No era para vos y El Averno, Fantasma, melodía llena de ritmos y atmósferas que se perfila para convertirse en éxito sin fecha de caducidad.

“Soy un fantasma/ un alma en pena que vive flotando / que vaga por el cielo y va buscando / un cuerpo para poder descansar. Soy un fantasma/ un alma en pena…  Cuando era chico yo era bailarín / sigo bailando en este mundo sin fin… / cuando vivía yo era el rey del swing…”.

En el repertorio no podían faltar Matador, El Satánico Dr. Cadillac, Saco Azul, Carnaval toda la vida, Padre Nuestro, Carmela y una rola que casi nunca tocan en los conciertos: Ciego de amor, del grandioso disco Rey Azúcar.

Para cerrar con broche de oro, fieles a su costumbre, interpretaron el himno Yo no me sentaría en tu mesa.

Por más que quieras sacarnos de nuestro lugar /Y pienses que solo somos un puñado de idiotas /No no podrás quitarnos lo que hicimos ya / Ahora somos más hermanos que antes / Ya no podrás mirarnos a los ojos más / Nosotros somos amigos vos que solo estás / Por más que quieras callar toda nuestra vos / Nunca podrás callar esta canción.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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