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Violencia sexual, el delito del que nadie quiere hablar

Aunque pareciera que los delitos de tipo sexual no son tan frecuentes como otros que comúnmente se denuncian, preocupa a las autoridades que la cifra negra de violencia sexual en Sonora –sobre todo en jóvenes- se mantiene alta mientras que hasta la fecha no existen políticas públicas dirigidas a atacar el problema de raíz y de manera directa, así como de atención a víctimas

 

Bibiana García Garza

 

SAN LUIS RIO COLORADO.- Abuso, acoso, violación, rapto, hostigamiento sexual o estupro son algunos de los delitos tipificados en la categoría de violencia sexual, casos que encierran una realidad que en Sonora se mantiene a la sombra.

Este tipo de conductas son poco denunciadas y también es muy escasa la información en cifras o estadísticas que se pueden encontrar al respecto tanto a nivel local como a nivel estatal.

De acuerdo a uno de los últimos informes de averiguaciones previas que el estado reporta mensualmente al Sistema Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública la violencia sexual no es un tema menor, sobre todo en ciudades como Hermosillo o Nogales, inclusive en San Luis Río Colorado.

De 2013 a 2015, se registraron 2 mil 041 casos de delitos sexuales en las agencias del Ministerio Público del Fuero Común de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Durante 2015, hasta octubre, un total de 455 personas fueron víctimas de algún tipo de violencia sexual en el estado, 164 de violación y 235 de hostigamiento, tocamientos e intentos de violación, mientras que se iniciaron 56 averiguaciones previas por el delito de estupro (abuso sexual de un adulto a un menor).

Asimismo, de enero a junio del 2016 se dispararon las denuncias de violación hasta en un 457 por ciento en comparación con el año anterior, según se constató en las estadísticas estatales del Semáforo Delictivo.

El año pasado también se estableció que el municipio con mayor incidencia de violación sexual fue Cajeme con el 24 por ciento de los casos en enero y el 26 por ciento de casos en febrero, seguido de San Luis Río Colorado con 21 por ciento de los casos en enero y febrero, y Caborca con 12 por ciento en febrero, dando un total de 104 expedientes en el primer semestre del año.

En lo que respecta a mujeres, el Observatorio Ciudadano Nacional Femenino en Sonora informó que en 2014 se registraron 272 agresiones graves contra mujeres y 533 en 2015, de las cuales 133 fueron tipificadas como violaciones.

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Con base en el estudio Diagnóstico Cuantitativo sobre la Atención de la Violencia Sexual en México elaborado en 2015 por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, el 77 por ciento de los afectados por este tipo de delitos son mujeres y 13.5 por ciento son hombres.

En lo que refiere a los agresores o victimarios, el 90.5 por ciento de los agresores son varones y, según sustenta la Secretaría de Seguridad Pública en Sonora, los más denunciados por víctimas son familiares como tíos, primos, cónyuges y padrastros, así como también destaca entre éstos amigos, novios o ex parejas.

Con relación a los sitios en donde ocurren este tipo de agresiones sexuales, se sabe que es principalmente en casa de la víctima o de algún familiar, en un lote baldío, o en la vivienda del violador.

Lo que callan las víctimas

Las autoridades estatales coinciden en que los delitos de violencia sexual son los menos denunciados por lo que se teme que la cifra negra sea aún mayor a la que muestra en las estadísticas de años anteriores.

Se estima que del total de violaciones, al menos un 80 por ciento de las víctimas interponen una denuncia mientras que el 20 por ciento restante –o quizás más- deciden callar por amenazas, temor a represalias o a falta de credibilidad, así como por simple miedo al agresor.

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José Carlos Gaeta.

A veces, quienes callan también son los familiares de las víctimas quienes optan por no expresar lo ocurrido a las autoridades o no acusar al agresor para evitar problemas.

En la evaluación estatal del Semáforo Delictivo en Sonora relativo a San Luis Río Colorado en los delitos de secuestro, extorsión y violación hasta febrero del presente año se precisa que no se presentó ningún caso, sin embargo, las autoridades estatales consideran que la violencia sexual “es una realidad más cotidiana de lo que nos gustaría reconocer”.

Es por eso que a partir de este mes se emprendió la tarea de aplicar encuestas confidenciales en escuelas del nivel medio superior y superior así como en plazas públicas, empresas y colonias con el fin de obtener estadísticas más fidedignas.

El Coordinador Regional de Vinculación de Seguridad Pública del Estado en este municipio, José Carlos Gaeta Covarrubias, externó que el delito de violencia sexual es el que menos se denuncia en Sonora, por lo que este 2017 se empezó con la aplicación de dichas encuestas en toda la entidad.

La finalidad de dichas acciones es conocer la cifra negra de estos delitos y obtener datos reales para posteriormente elaborar nuevas políticas públicas en ese sentido, una misión encomendada directamente, dijo, por la gobernadora, Claudia Pavlovich Arellano a través del Coordinador Estatal de Vinculación, Juan Pablo Acosta Gutiérrez.

Esas nuevas políticas públicas, a su vez, permitirán impulsar alguna estrategia encaminada a prevenir esta problemática y brindar atención a quienes han sido víctimas de este tipo de agresiones, explicó.

Según se expone en cada uno de los cuestionarios de la encuesta, la violencia sexual se mantiene oculta tanto porque el agresor intenta que sus actos no se revelen como por el silencio de las víctimas.

De ahí que el objetivo también tiene que ver con estimar más atinadamente las características del delito para diseñar e implementar programas preventivos sobre este tema.

En el cuestionario se solicita a las personas que respondan (sin necesidad de anotar su nombre) si han vivido violencia sexual y de qué tipo, ya sea física o verbal, acoso, hostigamiento, o violación, así como la frecuencia en la que fueron víctimas de determinado delito.

También se busca determinar a través de la encuesta si los agresores son familiares o conocidos, el lugar en el que ocurren dichas conductas, así como si lo contó a alguien y si lo denunció, o bien, que indique el motivo por el cual decidió omitir la denuncia.

Inclusive, se pide a los encuestado especificar las consecuencias personales que ha sentido la persona a raíz de lo ocurrido en donde se enumeran padecimientos comunes entre víctimas de violencia sexual como depresión, ansiedad, ataques de pánico, pérdida de confianza en sí mismo, sentimientos de vulnerabilidad, insomnio, problemas de concentración y dificultades en las relaciones, entre otros.

A través de este sistema, la Coordinación Estatal de Vinculación de Seguridad Pública busca conocer también si las personas víctimas de algún delito de violencia sexual recibieron apoyo adecuado por parte de las autoridades correspondientes al momento de presentar su denuncia, y en qué consistió la atención proporcionada.

Tipos de violencia sexual

Entre los tipos de violencia sexual se cuentan los casos de abusos físicos (mediante el acto sexual), como también de tocamientos, así como los psicológicos, es decir, cuando existe acoso, propuestas indecorosas o insinuaciones.

Existen además los delitos relacionados al tipo sensorial, que es cuando se expone a la persona de forma deliberada o no a escritos, imágenes, llamadas telefónicas, mensajes o lenguaje verbal o gestual.

En la encuesta emitida por el gobierno del estado se enumeran estos tipos y se pregunta a las personas si han visto o vivido besos, abrazos o tocamientos en partes íntimas; comentarios o bromas sexualmente insinuantes; insinuaciones sexuales sobre su cuerpo, o miradas inapropiadas o lascivas.

De la misma manera se pregunta a los entrevistados si han estado expuestos a imágenes, fotografías o regalos enviados o mostrados de contenido sexualmente explícito; conductas exhibicionistas indecentes; si se le obligó a ver material pornográfico contra su voluntad y/o haber recibido mensajes de correo electrónico o celular de tipo sexual así como en redes sociales.

Finalmente, se pide especificar si ha sido forzado a tener relaciones sexuales contra su voluntad o por medio del engaño o de la seducción con una persona adulta, y en cuántas ocasiones.

 

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