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Más de 1000 migrantes, varados en esta frontera

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De Camerún 281, 47 de Cuba, 40 de Honduras, 28 de Eritrea, país africano perdido en el mapa; 20 de Guatemala, 7 de Turquía, 6 de Nicaragua, 5 de Rusia, 3 de Etiopía, 2 de Colombia, 2 de Venezuela y uno de Egipto, Senegal y Ucrania más unos 500 mexicanos. Huyendo de sus lugares de origen, desplazados, hacen lista de espera para entrevistarse con las autoridades norteamericanas en busca de asilo.

 

Humberto Melgoza Vega

SAN LUIS RÍO COLORADO.- Luego de tres meses de permanecer en esta frontera, un grupo de médicos cubanos terminaron por desesperarse y la emprendieron contra el director de la Casa del Migrante, a quien acusaron de “racismo” por brincarles su turno y darle preferencia a familias de mexicanos que vienen huyendo, desplazados por la violencia.

“Aquí hay un grupo de personas que se están `amotinando´”, comunicó por teléfono Martín Salgado Ames a la Garita Americana, situación que desencadenó una airada protesta del grupo de cubanos, quienes exigían alzando la voz que los mandara ya mismo, porque se les había agotado el dinero, la paciencia y entre ellos venía una mujer embarazada.

Para organizar mejor los turnos de los migrantes, nacionales y extranjeros que buscan asilo político en los Estados Unidos, la Casa del Migrante elaboró un calendario, el que van desahogando de acuerdo a como se los van solicitando de la Garita americana para su entrevista, siempre dando prioridad a familias o adultos que en realidad su vida corra peligro.

Si han sido deportados o tienen antecedentes penales, automáticamente son descartados, al igual que si no tienen algún familiar viviendo de manera legal en los Estados Unidos que responda y pague una fianza por ellos. Para asegurarse que lleguen a su destino y no se pierdan les están colocando un brazalete en el tobillo que tiene geolocalización.

Molestos, el grupo de emigrantes cubanos se fueron al campamento montado en la avenida Carlos G Calles (Internacional) y Segunda, donde llevan una lista similar a la del albergue, con la amenaza de no dejar que nadie pasara antes que ellos. Ya no se supo qué fin tuvieron. “Yo avisé que ahí iban un grupo de personas con tales características, no sé si eso les vaya afectar en su solicitud para ser admitidos…”, mencionó Salgado Ames.

Eso fue el miércoles y ayer se quisieron meter en el turno y fueron regresados. Es posible que hoy viernes logren cruzar.

Actualmente, de acuerdo a los registros de la Casa del Migrante Divina Providencia –donde se brinda alojamiento y comida a los migrantes, deportados, incluso a personas que viven en la calle–,  existen alrededor de mil aspirantes a ser admitidos por el gobierno de los Estados Unidos que están en lista de espera en esta frontera.

De ese total 594 son mexicanos, de Camerún 281, 47 de Cuba, 40 de Honduras, 28 de Eritrea, país africano perdido en el mapa; 20 de Guatemala, 7 de Turquía, 6 de Nicaragua, 5 de Rusia, 3 de Etiopía, 2 de Colombia, 2 de Venezuela y uno de Egipto, Senegal y Ucrania.

Esta población flotante, como los cubanos “grilleros” que cumplen 3 meses en esta frontera, ha rentado casas por toda la ciudad, especialmente en el área cercana al centro de la ciudad, enfrente de la línea, y cuando se les termina el dinero o sus parientes dejan de mandarles se emplean en todo tipo de chambitas.

El médico líder de los cubanos, a quienes se les agotó el dinero para seguir rentando y que se encuentran alojados en la Casa del Migrante, trabajó en un car-wash y una pareja que viaja con ellos se emplearon como meseros en el restaurante Los Angulo.

Para llegar hasta esta frontera, los cubanos, quienes se encontraban en una misión humanitaria en Brasil y desertaron, atravesaron todo el Continente a pie, enfrentando todo tipo de peligros. Fue hasta que llegaron a México cuando los asaltaron en el autobús mientras viajaban de Tijuana a San Luis Río Colorado; también los despojaron de sus pasaportes.

 El director de la Casa del Migrante estableció que el programa de asilo está inspirado en acoger a ciudadanos extranjeros en cuyos países corran verdadero peligro sus vidas o que sean perseguidos por cuestiones políticas y que tengan cómo demostrarlo.

“No pasa una semana sin que venga como tu algún reportero, de México o de otros países, a conocer el funcionamiento de la Casa del Migrante. A un periodista americano le mencioné de los desplazados mexicanos y me dijo que él me podía documentar que ciudades como el Este de Los Ángeles, el Barrio Logan, de San Diego, el sur de Chicago, algunas zonas de Detroit, tienen índices de violencia más altos que las peores ciudades de México. Lo que dicen los gringos es que si corres peligro en tu ciudad, muévete de ciudad; aunque es muy loable buscar un mejor nivel de vida no es el objetivo de este programa de asilo”.

Los estados que más expulsan gente son Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán, “curiosamente hay muy poca gente del norte pidiendo asilo, muy pocos sonorenses, muy pocos sinaloenses”. Hay mujeres víctimas de violencia intrafamiliar que han logrado que les den asilo. “Era tanto el acoso por parte del esposo que la mujer siempre estuvo bajo custodia en una casa de seguridad de personal de la Procuraduría de la Defensa del Menor hasta que el Grupo Beta la trasladó a la línea. Los americanos son muy sensibles a esos temas, al día siguiente la mujer nos estaba mandando fotos de que ya estaba en Phoenix con su familia”, refirió.

“Camerún ya desplazó a Cuba del segundo lugar, tenemos 280 en lista de espera, y también llegaron de un país africano que lo tuve que buscar en el mapa, porque ni sabía que existía, Eritrea, es un país que se fundó hace más de 25 años, cuando se independizó de Etiopía…el problema con ellos es la comunicación porque apenas hablan inglés, más bien lo hacen en dialecto, y la mayoría sin mujeres.

“La travesía que ellos hicieron –te quedas pasmado cuando oyes sus historias, a los que les entiendes un poquito más–, todos ellos cruzaron el Atlántico y llegaron a Ecuador, tengo entendido que es un país que no pide pasaporte internacional para aterrizar, cruzaron Colombia y para acercarse a la frontera con Panamá, que persigue mucho a los ilegales, lo hicieron por la selva, un recorrido a pie de dos o tres semanas, de ahí llegaron a Costa Rica y cruzan todo Centroamérica con salvoconductos; los que menos han tardado en esa travesía son 3 meses”, expone.

Cuba libre

Médico de profesión, con experiencia de trabajo en varios países, Liliana Sardon forma parte del grupo de cubanos inconformes que salió huyendo de su país en busca de un mejor futuro.

Con un embarazo de cuatro meses, Liliana refiere que iniciaron su travesía en Brasil, cruzando fronteras, siempre a ras de tierra; ya cumplen 3 meses en San Luis y considera que alguien, de manera deliberada está retrasando su entrevista con las autoridades norteamericanas.

“Salgo de Cuba por cuestiones políticas, no teníamos seguridad en mi país, el régimen cubano no va a cambiar porque es un solo partido, en Cuba no hay elecciones democráticas, no podemos elegir al presidente, el cargo se lo pasan uno a otro, con años de anticipación ellos ya tienen seleccionado a un `cuadro´, como ellos le dicen, para que sustituya; luego de Fidel llegó su hermano, luego otro…”, expone.

“Yo salgo de Cuba por miedo, hemos sido amenazados, hemos sido violentados mi esposo y yo…Cuba es un país que prepara muy bien a sus médicos pero tenemos que salir a otros países a arriesgar la vida, formamos parte de la trata de personas de alguna manera, mano de obra barata: Cuba hace el contrato, ofrece lo que tiene, que son sus médicos, y nosotros ni vemos ni siquiera el 20 por ciento…En Cuba mi salario básico no llegaba a 60 dólares al mes, incluyendo guardias. Nos encontrábamos en una misión en Brasil y fue cuando decidimos abandonar…”. @

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