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La clave de la información

Mayo Zambada, el hombre más buscado del mundo

ALERTA DE SPOILER. Esta semana se estrenó una nueva mini-serie documental sobre los hombres –y mujeres—más peligrosos del mundo y en el primer capítulo ubican al famoso narco sinaloense, Ismael Mayo Zambada. ¿Por qué nunca lo han detenido en sus más 40 años de carrera delictiva? Lea la siguiente reseña bajo su propio riesgo.

Humberto Melgoza Vega

La nueva serie documental de Netflix sobre Los más Buscados del Mundo (The Most Wanted) inicia con la historia de Ismael Zambada García, a quien ubican como el nuevo enemigo público número 1, quien nunca ha sido detenido en México a pesar de sus más de 40 años en el narcotráfico, esto gracias a su inteligencia, capacidad económica y de fuego y a la corrupción que persiste en los gobiernos y las policías de México.

Además de Zambada, en la docu-serie dirigida por Paul Moreira, aparecen Felicien Kabuga, acusado de financiar el genocidio de 1994 en Ruanda, donde mataron a más de 800 mil tutsis; la terrorista irlandesa, Samantha Lewthwaite, ligada a Al Qaeda y el ruso Semion Mogilevich y el italiano Matteo Mesina Denaro, cabecillas de mafias internacionales.

Con entrevistas a ex agentes de la DEA, periodistas, abogados, policías de México y a los propios jefes de seguridad del capo sinaloense, el capítulo de casi una hora deja en claro que Zambada es el rey de las drogas y que su socio y compadre Joaquín El Chapo Guzmán era el de las negociaciones y las relaciones públicas.

El capítulo inicia con una toma aérea de las montañas de Sinaloa, grabaciones atribuidas a la DEA, y el fallido operativo a cargo de la Marina para capturar al Mayo Zambada en Culiacán el 13 de febrero de 2014. Cuando el operativo irrumpió en la espaciosa residencia ya no encontraron a nadie.

“En algún momento se filtró información”, reconoce David Lorino, ex agente de la DEA en Chicago, quien coordinó el caso desde el principio.

Acusado junto con su compadre el Chapo Guzmán por una Corte de Chicago de ser los principales distribuidores de mariguana, cocaína, heroína, cristal y sus derivados en los Estados Unidos  y gran parte del mundo, el Departamento de Justicia ofrece una recompensa de 5 millones de dólares para quien dé información que sirva para detenerlo.

A diferencia de su ex socio, que  le gustaba la fiesta, las mujeres, que se tomaba fotos  portando armas largas y que hasta pretendió hacer una película de su vida a través de la actriz Kate del Castillo, su amor platónico, la gran fortaleza del Mayo ha sido su discreción y que prácticamente no sale de Sinaloa, que son sus dominios, donde se siente seguro.

En el documental refieren que el Mayo estaba molesto por el protagonismo de su compadre, porque en el negocio del narcotráfico es mejor no llamar mucho la atención.

Finalmente esa entrevista con el actor, director y productor estadounidense Sean Penn y su encuentro con “La Reina del Sur” le costó ser detenido en Los Mochis, luego de escapar por la tubería del drenaje y robar a punta de pistola un carro. Los policías federales que lo detuvieron y que se resistieron a los intentos de soborno, les ofrecía resolverles la vida, demostraron que también hay policías que son muy celosos de su deber.

William Purpura, abogado del Chapo, siempre argumentó en el juicio que se le llevó en Nueva York y que concluyó con una sentencia a cadena perpetua que el verdadero jefe del Cártel era el Mayo Zambada.

“Mayo debe ser un hombre extremadamente inteligente, ahora debe tener 71, 72 años, y recuerden que su carrera en el narcotráfico comenzó a inicios de los 80”, dice.

¿Quién es tu jefe?, le preguntan a Eladio, al “Águila 1”, supuesto lugarteniente quien aparece con el rostro cubierto desde la cabeza con una camiseta y una cachucha que hace honor a su apodo, rodeado de una decena de sicarios con armas largas, pistolas y radios, quienes se miran desconfiados.

“El señor grande, el señor que manda, él es que ha organizado y ha dado instrucciones cómo nos formemos, cómo nos cuidemos… nunca se debe decir el nombre de la persona, existen protocolos en todas partes y tenemos que respetar eso”.

-Cuál es el secreto del Mayo para no ser atrapado, pregunta el documentalista con un español mocho, sin salir a cuadro.

-Estar bien con la comunidad, eso es lo más primordial- responde en automático el jefe de seguridad, quien dice tener a su servicio a unos 150 hombres armados para proteger al “señor”.

El que paga (más) manda

En julio de 2008, Víctor Gerardo Garay Cadena era jefe de la Unidad Especial Anti-Narcóticos de la Policía Federal  y un día le habló uno de sus pares de los Estados Unidos, le dio el nombre de Reynaldo Zambada García, hermano menor del Mayo, y el domicilio donde se escondía.

-¿Me puedes ayudar?

-Con todo gusto, lo corroboramos.

En ese tiempo, el Rey Zambada tenía bajo su control el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por donde movían todo tipo de drogas.

Tras plantarle vigilancia durante varios semanas en octubre se llegó el tiempo de actuar y cuando lo hicieron fueron recibidos a balazos. Al sentirse perdido, el Rey Zambada llamó por celular al director de Investigación de la Policía Federal, quien le respondía “´no se preocupe patroncito, ya voy para allá´: Resulta que el director de Investigación estaba trabajando para el Rey Zambada, para los hermanos Zambada”, revela.

“Zambada estaba muy bien compartimentado y protegido y ahora sabemos por qué: estaba rodeado de policías”. Aunque el estado también les paga el narcotráfico paga más “y como dicen por ahí el que paga manda,  por eso les dicen patrones y señores…”.

En su carrera como policía, Garay Cadena pudo darse cuenta que prácticamente el 50 por ciento de los elementos estaban coludidos con la delincuencia organizada.

“Mayo Zambada es el principal cerebro del narcotráfico en México”, admite Garay Cadena.

En marzo de 2009, Vicente Zambada Niebla se reunió en el hotel Sheraton de la Ciudad de México con agentes de la DEA, estaba negociando impunidad para el cártel a cambio de pasar información de los narcos rivales. Horas después fue detenido por elementos del Ejército Mexicano y presentado con bombo y platillo ante los medios junto con varios elementos federales en activo.

Extraditado de manera fast track, porque se decía que estarían organizado un operativo para rescatarlo, el Vicentillo fue sometido a un trato cruel en la cárcel de Chicago, durante 2 años lo mantuvieron encerrado en una celda sin ver la luz del día, hasta que aceptó cooperar.

Entonces pasó algo inédito. Con la intermediación de los abogados lograron que el Mayo se comunicara con su hijo. A punto de volverse loco por la tortura sicológica, le avisó a su papá lo que pretendía hacer: delatar a los jefes del cártel, empezando por su propio padre.

-Usted haga lo que tenga que hacer, por su bien y el de su familia, le dijo.

En general, el Vicentillo les explicó el funcionamiento del cártel, donde afirmó que su papá y el Chapo eran socios y que se repartían las ganancias 50-50, y también proporcionó información valiosa para la caída de algunos capos, como Dámaso López, el licenciado, detenido en mayo de 2017en la Ciudad de México, de quien se decía heredaría el puesto de su compadre Chapo.

-¿Tú qué hubieras hecho, salvar a tu hijo o a tu compadre? – se pregunta, Jack Riley, ex agente especial de la DEA que fue parte de la cacería contra los jefes del Cártel de Sinaloa.

El 17 de octubre de 2019 la Policía Federal y el Ejército Mexicano detuvieron por unas horas en Culiacán a Ovidio Guzmán, uno de los hijos del Chapo Guzmán –quienes ahora controlan el cártel bajo la tutela del Mayo Zambada–, pero fue liberado luego que los soldados de la organización criminal literalmente incendiaron la capital de Sinaloa, hicieron levantones, narco-bloqueos y amenazaban con causar una masacre.

La orden de liberarlo, se sabría después de su propia boca, vino de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que tomó esa decisión para evitar una tragedia mayor.

“Cuál es el mensaje que se manda con esto?, ustedes son intocables, este es su estado, su hogar”, resume el periodista y escritor J Jesús Esquivel, corresponsal de la revista Proceso en Washington y autor de El Juicio, el libro sobre el proceso que se le llevó en Nueva York al Chapo Guzmán… @

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